jueves, 9 de julio de 2009

Todo es relativo

El espacio es una acomodación de la mente, arriba y abajo no existe, subir y bajar no existe. Con esas cosas me gusta jugar.
Me dice un compañero de trabajo que estaba de broma, está lloviendo, dijo el muchacho, y a continuación dice: y las gotas caen hacia abajo.
Y yo le dije: ¡que va, estás equivocado! no caen para abajo porque abajo no existe,
pero continué explicándole el por qué. ¿Te lo explico a ti?
Mira: suponte que es media noche, hay luna llena, la luna está sobre tu cabeza
¿dónde está la luna? ¿arriba o abajo? Es fácil contestar, escribe arriba en un cuaderno. Ahora si quieres ir a la luna ¿hacia dónde tienes que ir? Hacia arriba,
por lo tanto, ¿qué tienes que hacer? subir o bajar? Anota subir en el cuaderno.
Ahora ya estás sobre la luna y quieres mirar hacia la tierra ¿hacia dónde miras?
Si miras hacia abajo verás el suelo de la luna y tus propios pies ¿no es verdad?
entonces ¿has subido? ¿qué es abajo? todo es relativo. No hay arriba ni abajo en el espacio, ni izquierda ni derecha, ni delante ni detrás, no se sube ni se baja.
¿Aún crees que las gotas caen hacia abajo?
Pero sabemos que en el vivir cotidiano estamos enmarcados por las dimensiones
ah, entonces todo es relativo al punto de vista que se tenga de las cosas,
es decir, dependiendo de donde mires creerás una cosa, pero si cambias la posición desde la que miras verás otra cosa.
Es que con los pies en el suelo, tienes referencia de arriba y abajo, por ejemplo el techo de tu casa está arriba y el suelo está debajo. Pero si te sales de las referencias cotidianas los conceptos desaparecen.
Y a eso ¿cómo se le llama? Relativismo.
Ahora hablemos del amanecer y el atardecer. Para nosotros el sol sale por el este todas las mañanas y se pone por el oeste, pero ahora vamos en una nave espacial y nos colocamos en medio del espacio. Ante nuestra vista están el sol y la tierra
¿se aprecia desde allí un amanecer y un atardecer? No, entonces eso es otra realidad relativa.
Vayamos ahora con el tiempo. Estás en una estación de tren, oyes un silbato, se acerca el tren. ¿Dónde está el tren? en el futuro. Ahora el tren pasa por delante de ti ¿dónde está el tren en ese instante? en el presente. Y el tren pasó ¿dónde está el tren ahora? en el pasado.
Ok, pero mira ahora. Resulta que dentro del tren hay una persona sentada. Todo eso que para ti es pasado, presente y futuro para él es solo presente. Por lo tanto, el tiempo y el espacio dependen del punto de vista del ángel mirón. El ángel mirón somos nosotros, los que observamos. Por lo tanto, el tiempo lo vivimos como momentos o impulsos de la conciencia.
Pero en la vivencia del tiempo también interviene la emoción, por ejemplo, cuando mami o papi te daban unos pesos para paletas, la venta donde las compraba estaba muy cerca, no tardabas nada en llegar. Pero si tu mami te mandaba a comprar aceite y con ello te sacaba de tu juego, la tienda estaba lejos y te parecía que tardabas mucho en llegar.
Otro ejemplo, estás en un velatorio de algún ser querido, el tiempo se detiene
los segundos se quedan trabados entre los dedos. Pero si estás en una fiesta en que te lo estás pasando bien el tiempo pasa volando.
Cuando una persona tiene ansiedad el tiempo se acelera, cuando una persona tiene depresión el tiempo parece que se detiene.
Vamos a ver cómo se crea el tiempo y el espacio como una unidad. ¿ves la habitación donde estás? tiene un largo, un ancho y un alto. Tus ojos recorren esas tres dimensiones y te haces conciente de ellas en un tiempo, porque el tiempo son momentos de conciencia.
Ahora imagina que tienes un libro en las manos, el libro también tiene un largo, un ancho y un alto, y por lo tanto, como el ojo recorre sus dimensiones en un tiempo equis, se crea la unidad espacio-temporal como algo junto y no separado.
Pero hay otro tiempo que no percibimos, es el tiempo de los electrones, porque el libro está en movimiento constante, pero de eso no tenemos conciencia, por lo tanto, hay otra dimensión de la cual no somos concientes: La de las vibraciones.
Y más allá aún, cuando meditamos podemos entrar en otro tiempo al que llamamos eternidad en el que el espacio aparece como una vastedad enorme, sin límites, y solo el ser es consciente. Si no eres consciente es que no has llegado a la conciencia del ser, es un estado de conciencia del no tiempo, el no tiempo lo llamamos eternidad por darle un nombre, en realidad es la conciencia de la conciencia, es la conciencia del Ser. No es la conciencia del tiempo ni del espacio, ni la conciencia del libro ni la conciencia de las vibraciones.
¿Puedes describirlo? No hay palabras para describirlo, pero cuando decimos paz profunda nos referimos a eso y cuando se dice aquí y ahora se refierea eso. La gente dice aquí y ahora sin saber a lo que se refiere, porque el aquí y el ahora de la gente está referida al tiempo y al espacio.
Ese estar consciente del instante no deja de ser conciencia del tiempo y del espacio según nuestros patrones, mientras que el aquí y ahora está más allá de esos patrones: Es un SER perenne, no hay dualidad, no hay jerarquías, no hay bueno y malo, no hay ricos y pobres, no hay mejor y peor, no hay rangos, no hay nada que se pueda comparar. Uno siempre compara una cosa con otra, por ejemplo, decimos abajo porque lo comparamos con arriba.
¿Y como se logra vivir en el aquí y ahora? Meditando, armonizándonos con la conciencia cósmica.
Entonces ¿Cómo puedo aspirar a mas? Aspirando antes de ponerte a meditar,
por ejemplo, aspirando a ver el reino que se ve con los ojos de Jesús, aspirando a ser Uno con la conciencia cósmica. Pero aspirándolo, deseándolo. Hombres del deseo significa deseos de Dios, no deseos de la tierra, no deseos físicos, sino deseos de alcanzar la unidad. De manera que la práctica de meditación debe estar precedida de un deseo, de una emoción de alcanzar la luz mayor.
Es una motivación ¿no? es el motor o la gasolina del motor.
yo pensaba que se meditaba sin buscar nada a cambio.
Así es, en el momento de meditar no se busca nada, pero antes si.

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