miércoles, 3 de junio de 2009

Están locos los niños que hablan con sus amigos invisibles? O que viajan a países fantásticos? O que ven seres que nosotros los adultos no vemos?

Cuantas veces nos ha venido un niño explicando que le visita un extraño personaje que le cuenta historias...Cuantas veces, sin pararnos a pensar en nuestra infancia, le decimos que eso son imaginaciones, tonterías, o interpretamos que son alucinaciones?
Si recordamos nuestro mundo de la infancia también recordaremos, unos más que otros, que hemos tenido amigos invisibles, o la visita de seres que nos acompañaban...
"Se ha negado a los niños, y a toda la población en general, la costumbre de cuestionar la realidad" (Eduardo Punset)
"Quizás todos hemos tenido acceso a otras realidades pero algunos hemos perdido esa facultad. El físico cuántico Fred Alan Wolf destaca que los niños tienen la capacidad hasta los cinco años de atravesar otras realidades; lamentablemente, en algunas ocasiones cuando se van haciendo mayores, se les dice que dejen de jugar con sus amigos invisibles y de 'fantasear', y cuando llegan a los catorce años aproximadamente, han perdido por completo la capacidad de contactar con otras realidades y otros universos..."

Los niños son mentes no condicionadas por el sistema, mentes aún no sometidas a ver una sola realidad ... quizás también están aún en el proceso de encarnar en este cuerpo... aún no se han desprendido del todo de su 'hogar' celestial, y es por eso que pueden mantener contacto con los seres que están en realidades paralelas...
Cuando son pequeños, tienen acceso a estas otras realidades, a otros mundos, hasta que, cuando crecen, la presión del entorno les puede llegar a generar un sentido de verguenza por creer en 'esas cosas', tras lo cual van dejando de acceder a esas otras dimensiones. También el ir integrándose a la vida 'de este mundo' los hace ir alejándose, perdiendo contacto con las otras realidades...Es común que esto suceda en la época que el niño comienza a interactuar con sus pares, a salir de su ambiente familiar y entrar en contacto con la vida social de su comunidad, como por ejemplo cuando comienza a asistir a la escuela.
A veces, ya en la edad adulta, volvemos a 'contactar', volvemos a 'ver cosas' y a percibir la presencia de seres que muchos identifican con ángeles o seres sin cuerpo físico. Esto muchas veces sucede en ocasiones en que nos encontramos en otro estado de conciencia, ya sea debido a un estado de ensueño, meditación profunda, o quizas provocado por un episodio de crisis. También la enfermedad o la cercanía a la muerte parece ser un estado en que volvemos a sensibilizarnos y acercarnos a las otras realidades.
"Los niños no 'hablan solos', en realidad están manteniendo una conversación con su conciencia. a la cual tienen un libre acceso que muchos adultos han perdido; y la conciencia tiene acceso a todos los universos, al Todo."
"Tal vez tendremos que empezar a replantearnos el hecho de que, innatamente, el niño capta la vida energética que existe en todo lo que nos rodea y que, inicialmente, es capaz de comprenderla, de contactar e incluso dialogar con ella. En general, los niños son capaces de recibir mensajes y energías que nosotros los adultos somos incapaces de captar."
Mientras que ciertos grupos de gente, en general de origen oriental o con tradiciones espirituales fuertes, alientan a sus hijos para que sigan en el camino de acceder a otras realidades, los occidentales habitualemente tendemos a hacer lo contrario, llegando incluso a llevarlos a psiquiatras para que los desposean de eso que creemos que es anormal, de acuerdo a lo que hemos aprendido de nuestro paradigma social.

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