martes, 4 de noviembre de 2008

!Sueltate!

Soltarse implica que uno està aferrado a algo. Sin embargo, por lo general las personas no son concientes de què es èse  algo de lo que es necesario soltarse. Sucede que las cargas que hemos venido acumulando y arrastrando en el transcurso de nuestra vida son ya parte nuestra, y es claro que nadie desea dejar lo que "cree" es importante. Es necesario comprender, en todo caso, que los ingredientes que han ido conformando la entidad individual o yo son precisamente de lo que nos debemos soltar, pero, justamente es por la identificaciòn con ese yo que se torna difìcil el hacerlo.
Nuestras creencias, sumadas a  los miedos, resentimientos, intolerancia, orgullos, fracazos, prejuicios, viejos conceptos, y a nuestros (a veces) tontos deseos, etc, son ese yo. De manera que este sistema de pensamiento que da como resultado èse yo es el que regirà tu vida hasta que logres ser conciente de que èse no eres tù.
Es curioso, pero las personas no sòlo se apegan a sus creencias sino a todas estas cargas que acabamos de mencionar. Pese a que los resultados no han sido los màs adecuados, al parecer es mejor continuar con lo viejo conocido que abrirse a lo nuevo por conocer.
El dicho: nadie valora algo hasta que lo pierde no es pertinente en este caso, pues de lo que se trata es de que te des cuenta de lo que "es  realmente valioso". Una mente condicionada como la que abriga un
sistema de creencias incongruente no puede ser por ningùn motivo algo valioso, de manera que se hace necesario permitir que una nueva visiòn aflore en nosotros.

...La vida de la mayorìa de personas es sumamente limitada, es como estar parados encima de un ladrillo y creer que ese pequeño espacio lo es todo.
El simple hecho de imaginar que hay màs de lo que nos ofrece esa pequeña àrea nos llena de temor e inquietud.
Y es que el ser humano tiende a encapsularse, y permanecer allì toda su vida. Es por eso que se hace imprescindible el cuestionar, y observar cuales son los ingredientes que cimentan nuestra experiencia

Es indispensable ver cual ha sido "el foco de atenciòn" en nuestra experiencia de vida. Las vivencias por las que hemos atravesado
han tenido un valor especìfico para cada uno de nosotros, y de acuerdo
a ello hemos manejado o interpretado nuestra  vida hasta ahora.
La suma de todo ello es, entonces,  lo que te permite tomar decisiones o percibir de tal o cual manera. En esa ruta, habrìa que preguntarnos si realmente tomamos decisiones o tan sòlo repetimos esquemas establecidos que guardamos celosamente en nuestra memoria.
Si nuestra memoria es la que rige nuestra vida, lo que estamos haciendo
es repetir el pasado en cada una de nuestras experiencias presentes, de manera que no estamos siendo concientes del ahora, sino tan sòlo repitiendo un viejo patròn. Ese viejo y repetitivo patròn o guiòn es lo que
nos mantiene atrapados, encarcelados, limitados. Es claro entonces, de què es necesario soltarse.
Todo lo que no se llega a solucionar o sanar, tiende a repetirse. Es por ello que nos sorprendemos cuando nos topamos una y otra vez con circunstancias similares. Es obvio que sòlo son el reflejo de un patròn que mantenemos vigente en nuestra mente.
Es importante remarcar que el soltarnos no implica perdernos a nosotros
mismos, sino todo lo contrario: !encontrarnos! En ese sentido, el miedo no puede  convertirse en un barrera...
...Cuando la visiòn se desarrolla se abren nuevos campos de conocimiento, y llega un momento en donde uno se hace conciente
de la naturaleza del pequeño yo (ego), y descubre el aprisionamiento
en el que se hallaba. Los ojos ya no miran a travès de la mente egoica, pues un estado determinado de conciencia aflora.
Una nueva visiòn y un nuevo pensar son ahora los que rigen...

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