jueves, 11 de septiembre de 2008

Como el diablo hizo estragos en la Biblia (1)

Como el diablo
hizo estragos
en la Biblia


Si se cree lo que dice la Biblia, entonces en el Antiguo Testamento Dios habría ordenado, por ejemplo, genocidios y sacrificios de animales. Sin embargo, en el Nuevo Testamento Jesús enseña: «Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen» (Lucas 6, 27). Él no enseña el sacrificio de animales. En vez de esto echa a los mercaderes de animales del templo.

¿Es que acaso Dios ha cambiado? ¿O detrás del Dios de la Biblia se esconden dos dioses? ¿O tal vez más aún? ¿Por qué hay tantas contradicciones en la Biblia? ¿Y a qué puede atenerse uno finalmente?

En su actual catecismo, la Iglesia católica declara como algo obligatorio de aceptar: «El Antiguo Testamento prepara al nuevo, mientras que éste complementa el antiguo. Ambos se aclaran entre sí; ambos son la verdadera palabra de Dios» (n° 140).
Y la Iglesia evangélica luterana, en sus Escritos sobre la fe, determina en forma categórica y obligatoria: Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento son «los únicos juez, reglamento y guía», según lo cual «todas las enseñanzas deben ser reconocidas y juzgadas, ya sean buenas o malas, justas o injustas» (Fórmula de concordia del año 1580, Epitome, concepto sumario 3).

Si la «verdadera palabra de Dios», por ejemplo, en el Nuevo Testamento no concuerda con la «verdadera palabra de Dios» en el Antiguo Testamento, entonces esto se explica argumentando que Dios ha cambiado en parte su forma de obrar y comportarse.
No obstante, en la Biblia está escrito: «Porque yo, Jehová, no cambio.» Así está escrito, por ejemplo, en el Antiguo Testamento (Malaquías 3, 6). También en el Nuevo Testamento se lee: «Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos» (Epístola a los Hebreos 13,
8). Además, la Biblia se contradice también dentro del Antiguo Testamento y dentro del Nuevo Testamento, como lo muestran las comparaciones que se darán a conocer a continuación. ¿Entonces a qué debe atenerse el lector si quiere creer en el Dios de la Biblia?

Algo indiscutible es el hecho de que los que escribieron los textos de la Biblia son los que cambiaron. Y se podría preguntar: ¿Quién los inspiró en cada caso? ¿Sólo el Dios creador, al cual Jesús llamó «Padre»? ¿O también alguien más? ¿Quizás el diablo?
¡Lea y decida usted mismo cómo quiere pensar sobre esto!


 

















1) (a) La buena creación de Dios: Hombre y animal se alimentan de frutas

Dios habla a los hombres: «Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.
Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así. Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.»

(Génesis 1, 29-31)

 

(c) Poner a resguardo:
Por lo menos algunos animales ahora son protegidos de ser comidos

Dios habría dado a los hombres después de un tiempo «mandamientos de purificación», ordenándoles qué animales a partir de ahora podían comer y cuáles no. No podían comer: camello, conejo, tejón, liebre, cerdo, todos los animales acuáticos que no tienen aletas ni escamas, águila,  halcón, azor, gallinazo, milano, cuervo, avestruz, lechuza, cuco, gaviota, gavilán, búho, cisne, somormujo, ibis, calamón, pelícano, buitre, gaviota, cigüeña, garza, abubilla, murciélago, gato, oso, comadreja, ratón, rana,  chacón, salamandra, lagarto, lagartija y topo.

(Enumeración según el Levítico 11, 1-30; traducción de los nombres por Martín Lutero)
 


(b) El cambio:
El hombre puede propagar temor y terror y comer todo lo que se mueve

Después del diluvio Dios habría hablado a los hombres de otra manera: «El temor y el miedo de vosotros estarán sobre todo animal de la tierra, y sobre toda ave de los cielos, en todo lo que se mueva sobre la tierra, y en todos los peces del mar; en vuestra mano son entregados. Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo. Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis.»

(Génesis 9, 2-4)


(d) ¿Carnicería ilimitada?
Ahora pueden ser comidos todos los animales sin limitación


En el N.T. se produce el tercer cambio. Pablo declara aquí: «De todo lo que se vende en la carnicería, comed, sin preguntar nada por motivos de conciencia; porque del Señor es la tierra y su plenitud.»

Pablo o uno de sus alumnos enseñan no renunciar a determinados alimentos: «Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias; porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado.» *

(1ª de Timoteo 4, 4-5)

* Nota: ¿Quién sabe si algún día a alguien no se le ocurre la idea de justificar de esta manera el consumo de carne humana?
 


2) Dios: Yo no he mandado sacrificios. Ellos me son una abominación

Dios habla a través del profeta Oseas: «Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos.»

(Oseas 6, 6)



A través del profeta Isaías habla Dios: «Hastiado estoy de holocaustos de carneros y de sebo de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos … el incienso me es abominación.»

(Isaías 1, 11-13)


Y a través del profeta Jeremías habla Dios: «Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: Añadid vuestros holocaustos sobre vuestros sacrificios, y comed la carne. Porque no hablé yo con vuestros padres, ni nada les mandé acerca de holocaustos y de víctimas el
día que los saqué de la tierra de Egipto. Mas esto les mandé, diciendo: Escuchad mi voz, y seré a vosotros por Dios, y vosotros me seréis por pueblo; y andad en todo camino que os mande, para que seáis mi pueblo.»

(Jeremías 7, 21-23)


También a través del profeta Amós habla Dios: «Aborrecí, abominé vuestras solemnidades, y no me complaceré en vuestras asambleas. Y si me ofreciereis vuestros holocaustos y vuestras ofrendas, no los recibiré, ni miraré a las ofrendas de paz de vuestros animales engordados. Quita de mí la multitud de tus cantares, pues no escucharé las salmodias de tus instrumentos.»

(Amós 5, 21-23)

 


A Dios hay que presentarle sacrificios

De Dios también serían las indicaciones de que en grandes fiestas solemnes hay que matar animales y que deben ser asados «en olor grato a Jehová.», por ejemplo, para el día de Año Nuevo; el día de la reconciliación; en los días de las primicias.

(Números 28 y 29)


Ya durante el éxodo de Egipto, aparentemente Dios habría mandado, matar «un cordero por casa», lo que debería ser repetido cada año.

(Éxodo 12, 3-6)


Pero también los día cotidianos, Dios quiere ser «calmado» todos los días* así, de manera que se le debe ofrecer «la grasa que cubre las entrañas», «la grosura que cubre los intestinos, y toda la grosura que está sobre las entrañas, y los dos riñones y la grosura que está sobre ellos, y sobre los ijares; y con los riñones quitará la grosura de los intestinos que está sobre el hígado
… es ofrenda de olor grato para Jehová.»

(Levítico 3, 1-17)


* Diariamente fueron sacrificados por lo menos dos corderos (Números 28, 3-4)


Delante de la entrada al templo se eleva el humo del cadáveres ardiendo y la comunidad canta «Aleluya».

(ver, p. ej., Salmo 135, 1-3)


Y el Dios residente en el templo dice sobre este lugar: «Éste es para siempre el lugar de mi reposo; Aquí habitaré, porque lo he querido.»

(Salmo 132, 14)
 


3) Hombre y animal debe convivir en paz

A través del profeta Isaías son develadas las visiones de Dios sobre el futuro Reino de la Paz: «Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja. Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.»

(Isaías 11, 6-9)


Y a través de Jesús habla Dios: «Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.»

(Juan 10, 11)
 

*Al final, la comparación sólo tiene sentido si las ovejas no son matadas después y se las mantiene por la obtención de lana y cantidades menores de productos lácteos, es decir, si como animales domésticos son amigos del hombre.
 


El hombre deberá matar al animal según indicaciones exactas

La palabra de Dios según el Levítico: El sacerdote «pondrá su mano sobre la cabeza de su ofrenda, y después la degollará delante del tabernáculo.» «La cola entera, la quitará a raíz del espinazo» Lo «ofrecerá» a Dios.

(Levítico 3, 8-9)


Al toro el sacerdote lo: «desollará, y lo dividirá en sus piezas». Su piel y el contenido de su estómago lo «sacará fuera del campamento a un lugar limpio.»

(Levítico 1, 6; 4, 11-12)



De la cabra: «su cabeza la acomodará sobre la leña que está sobre el fuego que habrá encima del altar.»

(Levítico 1, 11-12)


A la paloma: «
Le quitará la cabeza», «le quitará el buche y las plumas». «La henderá por sus alas, pero no la dividirá en dos … y su sangre será exprimida sobre la pared del altar.»

(Levítico 1, 15-17)
 


4) Jesús corrige el antiguo Testamento

 

Jesús de Nazaret: «Oisteis que fue dicho a los antiguos … pero yo os digo …»

(Mateo 5, 21-48)
 


Correcciones en el Antiguo Testamento están prohibidas
 

Moisés dijo: «Cuidarás de hacer todo lo que yo te mando; no añadirás a ello, ni de ello quitarás.»
 
(Deuteronomio 12, 32)

Moisés se refiere a la enseñanza que él en parte como profeta recibió originalmente de Dios. Pero en la mayoría de las veces esta frase es referida a textos de la Biblia que se le imputan falsamente a él.
 


5) Amad a vuestros enemigos, hacedles el bien a aquellos que os odian

Dios habla a través del profeta Ezequiel: «¿Quiero yo la muerte del impío? dice Jehová el Señor. ¿No vivirá, si se apartare de sus caminos?»

(Ezequiel 18, 23)


Todos los enemigos deben morir. Sólo las vírgenes a veces deben ser mantenidas vivas para los soldados

Una oración: «De cierto, oh Dios, harás morir al impío Los aborrezco por completo; Los tengo por enemigos.»
Moisés habría dicho: «Y cuando os acerquéis para combatir, se pondrá en pie el sacerdote y hablará al pueblo, y le dirá: no desmaye vuestro corazón, no temáis, ni os azoréis, ni tampoco os desalentéis delante de ellos; porque Jehová vuestro Dios va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros
… Luego que Jehová tu Dios la entregue en tu mano, herirás a todo varón suyo a filo de espada.
Solamente las mujeres y los niños, y los animales, y todo lo que haya en la ciudad, todo su botín tomarás para ti; y comerás del botín de tus enemigos, los cuales Jehová tu Dios te entregó.
Pero de las ciudades de estos pueblos que Jehová tu Dios te da por heredad, ninguna persona dejarás con vida.»

(Deuteronomio 20, 2-4.13-14.16)


También: «Matad, pues, ahora a todos los varones de entre los niños; matad también a toda mujer que haya conocido varón carnalmente.
Pero a todas las niñas entre las mujeres, que no hayan conocido varón, las dejaréis con vida.»*

(Números 31, 17-18)

* Tesis: Un profeta de Dios no ordena esto. Las órdenes de matar y las reglas para el culto le fueron atribuidos a Moisés, tal como se hizo en otras partes también con palabras del Dios creador.
 


6) Pon también la otra mejilla

Jesús de Nazaret: «Oisteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente.
Pero yo les digo: … a cualquiera que te golpea en la mejilla derecha, vuélvele también la otra.»

(Mateo 5, 38-39)
 


Pagar con la misma moneda*

Dios, según Éxodo 21, 24-25. «Ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe por golpe.»


* ¿Habrá cambiado entonces Dios o Jesús enseña a otro Dios?
 


7) El hombre se «justifica» por «obras», no sólo por la fe. Lo que importa es el correcto actuar

Santiago: «Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? …
Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.»

(Santiago 2, 14-24)


Jesús: «Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.»

(Mateo 7, 24)


Jesús: «Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también vosotros haced con ellos; porque esto es la ley y los profetas.»

(Mateo 7, 14)


«Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?» El hombre cita el mandamiento del amor a Dios y al prójimo y Jesús le responde «haz aquello y vivirás.»

(Lucas 10, 25-27)


«El que mira por tu alma …, Y dará al hombre según sus obras.»

(Proverbios 24, 12)


La palabra de Dios a través del profeta Jeremías: «Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.»

(Jeremías 17, 10)


Pablo: «No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará …
No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.»***

(Gálatas 6, 7-9)

*** En la carta a los Gálatas, Pablo concuerda con Jesús. En la carta a los romanos no.
 


El hombre no es justificado por sus obras, sino sólo por la fe. Dios elige y rechaza a quien quiere

Pablo: «Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria* de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.
¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras?** No, sino por la ley de la fe.
Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.» ***

(Romanos 3, 23-28)


«Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia …
De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece.
Pero me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa?, ¿quién ha resistido a su voluntad?
Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: Por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?»

(Romanos 9, 16.18-21)


* Que nadie deba vanagloriarse por sus obras, no es diferente a otras citas bíblicas. Esto también lo enseña el Antiguo Testamento, Jesús y los profetas, pero en contradicción a Romanos 3, 23 y sig., para el que el correcto actuar es decisivo para la «salvación».


** Pablo sostiene que los cinco libros de Moisés del Antiguo Testamento, en contraposición a Cristo, son todos la palabra de Dios (p. ej. Romanos 7, 12) Sin embargo, él cree que las exigencias no se pueden cumplir.

 


8) Dios no vive en templos hechos de piedra.

En Hechos de los Apóstoles se lee: «si bien el Altísimo no habita en templos hechos de mano, como dice el profeta (Isaías 66, 1-2): El cielo es mi trono, Y la tierra el estrado de mis pies. ¿Qué casa me edificaréis? dice el Señor; ¿O cuál es el lugar de mi reposo?»
«¿No hicieron mis manos todas estas cosas?»

(Hechos 7, 48-50)


Dios vive en templos hechos de piedra

El rey Salomón, sin embargo, dice: «Yo, por tanto, he determinado ahora edificar casa al nombre de Jehová mi Dios, según lo que Jehová habló a David mi padre, diciendo: Tu hijo, a quien yo pondré en lugar tuyo en tu trono, él edificará casa a mi nombre.»
 
(1ª de Reyes 5, 5) 

 


9) Dios no lleva a la tentación


Santiago: «Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios … sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.»

(Santiago 1, 13-14)
 


Dios no deberá llevarnos a la tentación

Jesús habría enseñado la formulación de la oración: «Y no nos metas en tentación*, mas líbranos del mal.»

(Mateo 6, 9-13)

*Tesis: Posiblemente haya aquí una falsificación de una expresión original de Jesús, que pudiese haber sido. «Tú nos guías en la tentación y nos liberas del mal.»
 


10) Dios no prefiere a nadie


La palabra de Dios a través del profeta Amós: «Hijos de Israel, ¿no me sois vosotros como hijos de etíopes, dice Jehová? ¿No hice yo subir a Israel de la tierra de Egipto, y a los filisteos de Caftor, y de Kir a los arameos?»*

(Amós 9, 7)

* Según esto, Dios también habría «guiado» a otros pueblos.



Pablo: «Porque no hay excepción de personas para con Dios.»

(Romanos 2, 11)


Jesús: «No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.»

(Mateo 7, 21)


Jesús: «Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos?
Y si saludáis a sus hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No proceden así también los gentiles?»

(Mateo 5, 46-47)
 


Dios aparentemente sólo ama a los elegidos y odia a otros

Moisés habría dicho: «He aquí, de Jehová tu Dios son los cielos, y los cielos de los cielos, la tierra, y todas las cosas que hay en ella.
Solamente de tus padres se agradó Jehová para amarlos, y escogió su descendencia después de ellos, a vosotros, de entre todos los pueblos, como en este día.»


(Deuteronomio 10, 14-15)


Pablo: «Porque no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama, se les dijo: El mayor servirá al menor
(Génesis 25, 23), como está escrito (Malaquías 1, 2-3): A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí.»

(Romanos 9, 11-13)



 


11) Las autoridades del mundo sojuzgan a los pueblos. El Reino de Dios no tiene nada que ver con esto. «No es de este mundo.»

Jesús: «Dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios.»

(Marcos 12, 17)


Jesús: «Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad.
Mas entre vosotros no será así …»
 
(Mateo 20, 25-26)


Pedro y otros apóstoles: «Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.»

(Hechos 5, 29)


Jesús: «Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado
...»

(Juan 18, 36)
 


El uso del poder mundano, también en Estados totalitarios, es justificado con «Dios». Dios gobierna en ira a los pueblos

Pablo o uno de sus discípulos: «Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas …
… es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo.»

(Romanos 13, 1-4)


Supuestamente el profeta Juan: «De su boca (del jinete) sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.*
Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: Rey de reyes, Señor de señores.»
 
(Apocalipsis 19, 15-16)


* Tesis: La enseñanza de una destructiva «ira de Dios» es una falsificación, posiblemente atribuida falsamente a Juan. Los sucesos relatados son efectos en la ley de siembra y cosecha, que de todos modos es enseñada en la Biblia (Antiguo Testamento, Jesús, Pablo).
 


12) Los hijos no deben sufrir la pena, que cometieron los padres y sus antepasados

Dios habla a través de Ezequiel: «El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él.»

(Ezequiel 18, 20)


Los pecados serán perseguidos en los descendientes de los autores hasta la cuarta generación

También esto sería palabra de Dios: « … porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen.»
 
(Éxodo 20, 5)
 


13) No hay diferencia entre hombre y mujer, esclavo y libre, personas de distinto origen

Pablo: «Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.»

(Gálatas 3, 28)


El hombre es la cabeza de la mujer y que la mujer se subordine al hombre

Pablo o uno de sus discípulos: «Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia … Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.»

(Efesios 5, 23-24)


Los cretenses son calumniados como mentirosos

Tito: «Uno de ellos, su propio profeta, dijo: Los cretenses, siempre mentirosos, malas bestias, glotones ociosos.
Este testimonio es verdadero.»

(Tito 1, 12-13)


Heridas mortales al propio esclavo con consecuencias mortales, no es algo penado, porque se trata de «dinero propio»

Dios, según el Éxodo, habría ordenado: «Si alguno hiriere a su siervo o a su sierva con palo, y muriere bajo su mano, será castigado; mas si sobreviviere por un día o dos, no será castigado, porque es de su propiedad.»

(Éxodo 21, 20.21)
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario