jueves, 9 de octubre de 2008

EL AGUA DEL CUERPO ES CRISTAL LÍQUIDO ¡

 

¿Conocían los guionistas de la
célebre película Matrix los modernos descubrimientos que sobre el agua
(principal componente de los seres vivos) se han efectuado en las últimas
décadas?, ¿conocían la formulación que hizo la bioquímica mexicana Esther del
Río sobre la naturaleza del agua de nuestro organismo y que, en sus propias
palabras,"es en su mayor parte cristal líquido en forma de clatrato (H2O)37, es decir, un
estado intermedio de la materia (mesomórfico), estable
y que por ser cristal líquido conserva las propiedades de los líquidos más las
propiedades de los cristales ópticos"

Y eso la convierte en un medio
"capaz de almacenar memoria"? Porque si uno profundiza
en ello comprende que en realidad la diferencia entre un ordenador, una pantalla
de televisión de cristal líquido y un ser humano no es tan grande como podía
hasta ahora pensarse.

De hecho explica perfectamente que
la luz y, por ende la energía recorra todo nuestro organismo a velocidades
increíbles transmitiendo información. Y que, por tanto, la interrupción de esa
transmisión pueda llevar a la zona del cuerpo que queda bloqueada a su
aislamiento tanto a nivel fotónico como electromagnético y, como consecuencia, a
desenergetizarse y patologizarse (a la
enfermedad).

Esther del Río está hoy ayudando a
lograr impresionantes e inexplicables sanaciones en
personas con graves patologías mediante la ingesta -o aplicación externa en
algunos casos- de una especial agua vital, de un cristal-líquido que obtiene del
agua corriente mediante un proceso que ha patentado a nivel internacional. Y ya
no hablamos pues de teorías sino de constataciones prácticas. De pura
clínica.

Que el agua es una sustancia de
propiedades únicas era ya evidente. Se trata del solvente uni-versal por excelencia, es decir, del medio en el que se
disuelven casi todas las sustancias teniendo lugar además en su seno
innumerables reacciones químicas fundamentales para el metabolismo de todo ser
vivo. También sabemos que se puede activar, energetizar, dinamizar, indumizar,
oxigenar, ozonizar, mesmerizar, cromatizar, solarizar, sonorizar, ionizar, imantar, polarizar,
magnetizar...

Esther del Río sostuvo hace tiempo
que el agua tiene "memoria", pero los científicos lo rechazaron sencillamente
porque no lo entendían, porque no podían explicarlo con sus
conocimientos.

Linus Pauling, dos veces Premio
Nobel, formuló en la década de los 50 la teoría de que las moléculas de agua
podían presentarse unidas formando dodeicosaedros de
caras hexagonales y pentagonales a las que llamó clatratos.

Y fue a raíz de esa propuesta de la
que arrancó, la bioquímica Esther del Río, para desarrollar su trabajo y
constatar que la naturaleza de tales moléculas es el cristal líquido. Y que es
el agua lo que permite la conexión electromagnética y fotónica de todo el
cuerpo.

En otras palabras, ha descubierto
cómo circula la energía vital del organismo de la que han hablado siempre las
culturas orientales dando así soporte científico a las terapias energéticas;
entre ellas a la Homeopatía y a
la
Acupuntura.

Los descubrimientos del
investigador japonés Masaru Emoto demuestran que una simple frase, emoción o pensamiento
puede cambiar la estructura del agua. Afirmación avalada por miles de
microfotografías electrónicas. Es más, constató algo sorprendente: cuando el
agua se mezcla con la esencia de una flor la estructura de los cristales que se
obtienen de esa infusión al congelarla es similar a la de esa
flor.

Es decir, que el agua "capta" la
imagen de la flor con cuya esencia ha entrado en contacto. ¿Comprende el lector
lo que tal cosa implica? Si los cristales líquidos del agua orgánica tienen las
propiedades de movimiento de un líquido y la óptica de un cristal sólido, ¿cómo
extrañarnos que pueda servir como unidad de almacenamiento de
memoria?

De hecho esas propiedades explican
que el organismo puede codificar y recodificar información en millonésimas de
segundo. No olvidemos que las propiedades de los cristales líquidos han sido la
base de los inventos más importantes de los últimos
tiempos.

Gracias a sus propiedades el
desarrollo de la informática actual nos ha llevado a los ordenadores y a los
láser, a las pantallas de plasma y a los móviles, a los satélites artificiales y
a las naves espaciales, a los telescopios y a los microscopios electrónicos así
como a toda la informática capaz de registrar, guardar, ordenar datos, codificar
programas, etc.

Por eso Esther del Río llega al
extremo de afirmar que los seres humanos somos en realidad "el mejor ordenador
del mundo" donde "toda célula se comunica a través de una pantalla de cristal
líquido capturando y mandando hologramas que pueden ser
codificados".

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