Los espíritus son libres en todas las dimensiones, y si alguno entra en contacto con un espíritu elevado, superior, es que esta preparado para la vida espiritual, y la evolución, pero en lo que concierne a los espíritus inferiores, ninguna persona puede impedir de que ellos entren en contacto con los encarnados, porque en la tercera dimensión, la aceleración de estos espíritus de diferentes evolución y estados de consciencia, son invisibles a los ojos humanos.
No podemos hacerlos salir espantados, como algunos manifiestan, pues la malas ondas que vienen hacia las personas, es por que las personas están abiertas a las influencias, negativas y deletérea, y que están en la misma frecuencia que estos espíritus, y de los pensamientos de los encarnados, que también desean el mal para alguien en particular.
Estas ondas que saturan, y atraviesan todo lo que es material, y mental, y los espejos que algunas personas ignorantes colocan para protegerse de esta malas influencias, son afectadas, por que se aferran a sus creencias sofisticadas de religión, aceptando, los fetiches, la mal llamada brujería, el mal llamado demonio. El miedo, la onda más peligrosa del ser humano nace de si mismo, de su bajo nivel de comprensión, de su alto nivel de materialidad, de donde nace la ambición desmedida, el lucro, y la ignorancia de las leyes eternas que rigen la vida material y divina.
Hay dos polaridades en cada uno de nosotros, en este planeta tierra y en los universos finitos, y más allá, y si las personas se polarizan, y se inclinan a un extremo negativo, creyendo que es positivo según sus intereses, sustentados por sus creencias banales, estas personas se abren a estas energías negativas y al miedo, al temor, pues el miedo a lo desconocido, abren las puestas de la psiquis, de la mente, a esas influencias, o energías negativas que crean realmente el mal en sus naturalezas, astral y material, y estas personas se sientes débiles, fatigadas, y no tienen la voluntad de vivir normalmente, y continuar con el proceso de la evolución, sintiéndose muertas en vida, como zombis.
Pero, si las personas se ubican en el justo medio, y ensayan de decernir la luz, la verdad, a través de la meditación, las personas son ya protegidas por si mismas, estando en la constante observación, del entorno, y de su propia evolución, sacudiéndose de esas influencias, negativas y deletéreas; pues esta persona llegan a la comprensión, que todos somos el reflejo e imagen de Dios, del Absoluto, y que Dios, no se puede dañarse así mismo.
Todo este mal, como lo repito, todas las malas vibraciones, e influencias espirituales negativas, deletéreas, están en la mente , de la gente ignorante que no descubre que toda la infelicidad, la desarmonía, y las enfermedades nacen de si mismos, y que son ellos que deben solucionar sus propios problemas existenciales y espirituales a través de la meditación; sacudiéndose del yugo de todas las falsas creencias, y religiones sofisticadas, que están estereotipadas, acuñadas en sus mentes, creándoles de un mundo fantasmagórico, donde el mal llamado demonio tiene su trono con lo tiene Dios. Sintiendo temor a lo desconocido, que ya es conocido por la entidad divina que todos somos.
Y que todos debemos tener el coraje de evaluar, y buscar la libertad espiritual y material, a través de la meditación disciplinada y constante, una verdadera meditación por romper los esquemas de creencias, y de religiones sofisticadas, para no polarizarse, y crear formas imágenes, y energías que la mente realiza a la conveniencia del ego. Esto es un gran problema, aun si las personas se sienten bien, estas personas están en la ilusión, en un nivel oscuro del espacio tiempo, de la ilusión.
El mayor porcentaje de la humanidad terrestre, no quieren despertar de la oscuridad, a la luz, a la verdad de otras dimensiones espirituales, donde el poder de las polaridades, no tiene ninguna influencia por mantener el velo del misterio, del conocimiento, de la sabiduría, de Dios.
Las polaridades son dos columnas, o fuerzas que el espíritu crea, y que a la vez se siente atrapado en el misterio de la encarnación, y estas mismas polaridades positivas y negativas son la causa de la creación, de la manifestación del ego ilusorio. El espíritu divino que está en nosotros, que somos nosotros, debe crear al ego en la encarnación para manifestarse y estar en contacto con la vida material, donde se corre el velo para cubrir un gran porcentaje de conocimientos y sabiduría de su propia identidad divina.
A través de las experiencias materiales, el sufrimiento, la felicidad, el dolor, las enfermedades, lo positivo y lo negativo que se experimenta en la vida, nos llega el momento y tomamos la firme determinación espiritual de retornar a nuestros orígenes, y ese camino es directo, pero si ese camino es ambiguo por algunos, saturados de la vida material, encandilados en el bienestar psicofísico, el espíritu no podrá retornar, ni vislumbrará, el umbral hacia la vida divina, a la esencia del Absoluto o Dios.
Otras barreras que impiden entrar en la vida divina, son las falsas creencias, y las religiones sofisticadas, saturadas de egoísmo y de poder, hipócritas, que crean oscurantismo en las mentes débiles de los fieles timoratos, que sostienen y difunden las mentiras de estas religiones sofisticadas. Acepando estar en el confort de lamente de la psique, de no buscar más allá, creyendo lo que les conviene a sus intereses más humanos que espirituales.
En nosotros los humanos, y los espíritus, conciente o inconcientemente, estamos siempre en la esencia del absoluto o Dios, es esto lo que la humanidad debe descubrir a través de la relajación, y de la meditación natural que nos trasporta al umbral, hacia la vida divina, y no por meditaciones sofisticadas, que se practican a través de métodos y sistemas, pues desde este momento que se practica, es la mente que controla, y no el espíritu, impidiendo la autorrealización, haciendo sentir una sensación de paz, de felicidad, de sentimientos encontrados y transitorios, que el ego crea por estar siempre disfrutando de la vida material ilusoria.
Esta es la barrera, para el 99.09% de la humanidad terrestre, que no quieren develar el misterio de la manifestación, porque en la superconsciencia divina donde todos estamos inmersos, y somos uno con la esencia infinita de Dios, que nos permite en un instante salir del sueño de la relatividad, comprendiendo porque estamos aquí, y cual es el misterio de la encarnación en los mundos de la tercera dimensión, y el camino a seguir para reintegrarnos a la vida divina.
En la esencia del Absoluto, más allá de las polaridades, donde no existe ni formas ni nombres, tampoco existen los santos de la devoción, los arcángeles, ángeles, y seres divinos primogénitos de Dios, y que este gran porcentaje de la humanidad no se da cuenta, que somos bastardos, en la gran mentira que nos han hecho creer, y no toman conciencia, que nosotros, toda la humanidad, de este mundo y de otros, somos todos, la unidad absoluta divina sin forma ni nombre, que crea las formas, los mundos, los universos finitos, la vida, la existencia. Es el hombre el misterio de la manifestación, para encontrar el camino hacia su propia liberación, que se encuentra en un instante, cuando él borra el tiempo, el espacio, el pensamiento, y por consecuencia la mente transitoria del ego
Todo el mundo acepta las experiencias de otros que no podrá nunca vivirlas, las conferencias electrizantes, lo que está escrito en los libros, de las personas que se autotitulan “maestros”; pero que no hacen nada por descubrir la verdad que esta en si mismos, que existe siempre de la noche de los tiempos, y más allá.
OM TAT SAT
Paz. Amor y Dicha Espiritual
Hermano Rodolfo
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