miércoles, 15 de octubre de 2008

CONSTELACIONES FAMILIARES

 

Posibilidad de crecimiento a través de la introspección.
La terapia de constelaciones en la esfera familiar nos lleva a mirar al interior de nuestras relaciones. Ayuda a evidenciar cuales son las interacciones que se dan entre los miembros de nuestra familia, pareja, hijos, padres, parientes e incluso en otras relaciones como las laborales. Las Constelaciones Familiares son un camino abierto para la solución de conflictos.

C

ada persona ocupa un lugar físico y psicológico en la familia formando una red. Nos nutrimos mutuamente, tanto física como emocionalmente. Unos parientes pueden ser biológicos, otros adoptivos, pero todos ponen su granito de influencia en nuestra salud genética y psicoemocional. Las Constelaciones se sustentan de estos vínculos para buscar soluciones y sanar conflictos, mediante la representación de lo que ocurre en el interior del grupo. Por ello, no son sorprendentes los comentarios de los participantes al concluir los talleres de Constelaciones: "Fue un curso rápido sobre mi vida", "me permitió mirar diferentes escenarios de mis relaciones", "a partir de experiencias vividas encontré respuesta a mis problemas".

Las heridas de la infancia, inevitables ya que no existen padres perfectos, y los traumas infantiles sentidos o vividos afectan a nuestras relaciones interpersonales y se reflejan a través de nuestros sentimientos. Son componentes ajenos a la relación misma, pero que inevitablemente la influyen. Hay que ver de dónde provienen nuestras reacciones y aprender a entenderlas de acuerdo a los principios naturales de la vida que rigen a todos los seres humanos.

Los niños son quienes mejor perciben los desajustes familiares. En una familia, tanto hijos como sobrinos o nietos, con frecuencia, expresan lo que está sucediendo mediante determinados comportamientos, enfermedades o dificultades personales. Revelan sucesos o sentimientos que la familia oculta o impide que aparezcan. El mundo infantil es como una esponja, absorbe todo lo que ve, oye y vive. El significado asociado con que cada cual graba en la memoria hechos y situaciones de su infancia, depende de su personalidad y de la intensidad de sus necesidades. Algunos hijos hubieran necesitado más atención, otros, mayor reconocimiento, amor o valoración. Todo ello incide en la vida familiar y de relaciones actual.

Más allá de la edad que tengamos, cada uno de nosotros sigue siendo un niño, y lo que ese niño anhela por encima de todo es encontrar armonía dentro de la familia. Este es el destino final del trabajo de Constelaciones Familiares.

LA TERAPIA

Una constelación familiar se crea cuando una persona quiere aclarar un tema específico de su vida. Se reúne un grupo de personas, todas ellas diferentes, con distintas inquietudes y dilemas a resolver, y se crea un círculo en el cual se dará lugar a las constelaciones de aquellos que lo soliciten, y dentro del cual quedarán todos los secretos e intimidades protegidos por el respeto y el amor.

Esta persona expone ante el grupo su tema y a partir de aquí, y guiado por su intuición, elige a distintos miembros del grupo como representantes de las personas que forman su estructura familiar. A continuación coloca y relaciona los representantes en el centro de la sala. Hecho esto la constelación cobra vida de forma que los representantes comienzan a sentir las emociones, miedos y deseos de las personas a quienes representan.

Con este método el origen del desorden sale a la luz. De modo admirable y sorprendente, la verdadera historia de la familia se manifiesta y expresa viéndose con claridad por primera vez. El coordinador va guiando a las personas hasta una constelación final donde cada cual toma la responsabilidad que le corresponde. Estas constelaciones no sólo explican y resuelven casos individuales, nos permiten también comprender las leyes invisibles que rigen nuestras relaciones.

BERT HELLINGER

La terapia de Constelaciones Familiares fue creada por Bert Hellinger, teólogo y filósofo alemán. Su particular manera de ver la fé le proporcionó a toda su familia una inmunidad en contra de las creencias distorsionadas del nazismo. Debido a sus repetidas ausencias en las reuniones de las Juventudes Hitlerianas y a su participación en una organización juvenil católica ilegal, fue clasificado por la Gestapo como "Sospechoso de ser un enemigo del pueblo". Su huida de la Gestapo fue paradójicamente posible tras sufrir una emboscada. Con tan solo 17 años, fue soldado, experimentó la realidad del combate, la derrota y la captura, al ser hecho prisionero de guerra en Bélgica. Hellinger había deseado convertirse en sacerdote durante toda su niñez. A los 20 años, ya liberado, entró en una orden católica religiosa y empezó un nuevo y largo proceso de purificación silenciosa del cuerpo, mente y espíritu; estudiando, contemplando y meditando.

Vivió 16 años en Sudáfrica como misionero católico entre los zulúes. Dirigía una gran escuela, donde enseñaba y simultáneamente era sacerdote en una parroquia . Esta experiencia influyó también poderosamente en su trabajo. A su regreso a Europa, se entrenó en terapia Gestalt, se formó como psicoanalista en Viena y con Janov en la terapia primal. Posteriormente se dedicó a la Terapia Familiar Sistémica y entró en contacto con el "orden original" de los sistemas, desarrollando su propio método con las constelaciones familiares. El trabajo de Milton Erickson tuvo una gran influencia en su trabajo, y finalmente incluyó la Programación Neurolingüística en su enfoque.


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